Quiénes Somos

BAIRES BAIRES los invita a recorrer y homenajear la ciudad en un viaje a través del tiempo. Una colección de 24 postales ilustra el carácter de la ciudad a través de una selección de los edificios y monumentos más emblemáticos. Con el fin de revalorizar el patrimonio arquitectónico, les proponemos esta nueva forma de enamorarnos de Buenos Aires.

 

MARÍA DE LOS MILAGROS BAIRES DISEÑADORA GRÁFICA
MARÍA DEL SOCORRO BAIRES ARQUITECTA & FOTÓGRAFA
MARÍA JESÚS BAIRES ARQUITECTA & DOCENTE

Registramos los edificios para respetarlos, redibujamos sus siluetas para recordarlos, les ponemos color para reinventarlos, contamos sus historias para compartirlos.

Unidas por el apellido, la profesión que elegimos y la ciudad en la que crecimos; cada una, desde su experiencia profesional, fue trazando un camino que hoy nos cruza en este proyecto; combinando lo que más nos gusta, potenciando lo que más creemos y encontrando, desde el diseño, lo que más buscamos: otra Buenos Aires. Una más auténtica, más sustancial, más optimista. Una que refleje más fielmente lo que, desde fines de siglo XIX, se fue gestando: el carácter de una ciudad que jamás pierde la esperanza.

Porque bien sabemos que la ciudad de la furia se nos ha ido filtrando. Pero como decía Marcel Proust: El verdadero viaje de descubrimiento no consiste en buscar nuevos caminos sino en tener nuevos ojos. Y de alguna manera, nos entusiasmó la idea de cambiar la perspectiva y asumir el rol de mensajeras… áquel que recordara y devolviera el asombro por nuestra Buenos Aires. Ese mismo asombro que nos causan las ciudades del mundo cuando viajamos.

Y porque la experiencia del viaje siempre merece un recuerdo, elegimos hacer postales. Porque son ellas las mejores portadoras de un breve mensaje. Porque son ellas las que se escriben, las que conectan y las que vuelven a juntar dos puntos alejados. Porque unen, tejen y entrelazan del mismo modo en que se cruzan las calles. O dicho de otro modo, en que se arman las ciudades.

¿Y qué son las ciudades sin su arquitectura? ¿Sin sus edificios? ¿Sin sus historias?
Tengamos nuevos ojos. No dejemos pasar desapercibidos esos testigos del tiempo ni nos olvidemos que Buenos Aires todavía… sigue siendo mágica.